Una carta abierta del presidente de la junta directiva de FFI

Querida familia de la Fuerza de la Amistad,

En un mundo que a veces se siente más dividido que unido, nuestra misión —promover la paz y el entendimiento mundiales mediante la creación de un entorno en el que se puedan establecer amistades individuales a través de las barreras que separan a las personas— nunca ha sido más importante.

Vivimos tiempos de tensión política. Pero debemos recordar: nuestro trabajo no es político. Es personal. Es humano. Se trata de encontrarse cara a cara, de corazón a corazón, y construir un entendimiento donde tal vez no haya existido antes.

Seamos claros: la Fuerza de la Amistad no existe para tomar partido en ningún conflicto. Existimos para unir a las personas a pesar de los conflictos. Pueden surgir desafíos políticos. Las fronteras pueden volverse tensas. Pero esos son precisamente los momentos en los que nuestro trabajo es más vital.

A medida que continuamos este trabajo, llevamos con nosotros el legado del fundador de nuestra organización, Wayne Smith, y de nuestro partidario desde hace mucho tiempo, el presidente Jimmy Carter. Creían profundamente en el poder de la diplomacia ciudadana: que los individuos, no solo los gobiernos, podían forjar la paz y construir puentes a través de las divisiones culturales y políticas. Su visión nos sigue guiando hoy en día. Sus vidas nos recuerdan que el compromiso de una sola persona con la paz y el entendimiento puede causar ondasen todo el mundo. No podemos permitir que los desafíos políticos nos distraigan de nuestro propósito. En lugar de eso, que fortalezcan nuestra determinación.

Ahora es el momento de apoyarnos en nuestra misión: seguir abriendo nuestros hogares, compartiendo nuestras vidas y extendiendo nuestras manos en señal de amistad. Así es como crece la comprensión. Así es como comienza la paz. ​

Gracias por su dedicación a esta extraordinaria organización. Gracias por mantenerse firme por la amistad, incluso cuando no es fácil. El mundo nos necesita, ahora, más que nunca.